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| Gargalo Vasco - Portugal |
Sólo en 2020, 227 activistas medioambientales murieron de forma violenta por defender territorios, las comunidades que en éstos habitan y los entornos medioambientales que los hospedan. Las resistencias y oposición a expropiaciones y posteriores privatizaciones de recursos comunitarios son castigadas duramente por todo el planeta. También en occidente.
https://eldiariosolidario.com/activistas-asesinados-2020
¿Por qué esta represión? ¿Por qué estos asesinatos? ¿Por qué estos destierros? ¿Por qué este neocolonialismo? Simple y llanamente por acaparamiento de recursos para su explotación, esquilmación y posterior abandono. Los 4 fundamentos básicos del capitalismo: acaparar, explotar, esquilmar y abandonar. ¿Cómo aceptar un modelo socioeconómico que tenga como fundamentos 4 verbos que no quisiéramos para nosotros en ningún modo?
Podríamos ornamentar los hechos con palabros y avatares, suavizar el lenguaje, disfrazar las realidades,... Aunque para eso ya están las políticas de estado, los medios masivos de comunicación, las campañas publicitarias de "lo verde" y las fundaciones en pro de la sostenibilidad de postal. La idea aquí es hablar claro. Es una suerte poder expresarse sin la imposición de una línea editorial convenientemente financiada.
Los 3 factores de fondo de todas estas represiones son: la tierra, los recursos y la supresión de la soberanía. Y depende quién gestione la tierra, sus recursos y el cupo de agentes que lo deciden potenciamos, o no, el cambio climático. Y es que, el cambio climático, no es un hecho extraterrestre, ni un castigo divino, ni siquiera un proceso natural planetario (aún pudiendo serlo en parte) desligado de los procesos de la vida humana. El cambio climático es una consecuencia, provocada y acelerada por la actividad humana.
https://www.ecologistasenaccion.org/4203/como-producimos-el-cambio-climatico/
Y bien, visto el cambio climático como consecuencia de nuestra actividad resulta que ahora también lo vemos como destino imparable.
A pesar de los datos compartidos al respecto desde los años 70 en el libro "Los límites del crecimiento", la senda elegida en los siguientes 50 años, lejos de tener estos informes en cuenta, ha potenciado los problemas de los que este libro avisaba. A continuación un extracto de la presentación del libro: "En agosto de 1970, el Club de Roma, un grupo de ciudadanos de todos los continentes, preocupado por el creciente peligro que representan los muchos problemas interrelacionados que encara la Humanidad, invitó al Grupo Sobre Dinámica de Sistemas del Instituto Tecnológico de Massachusetts a emprender el estudio de las tendencias e interacciones de un número limitado de factores que amenazan a la sociedad global."
Descarga gratuita del libro en castellano: https://kupdf.net/download/los-l-iacute-mites-del-crecimiento_58deaa76dc0d60e06d8970ed_pdf
Desde entonces, un sinfín de científicos, economistas, filósofos, políticos, comunidades indígenas y agentes sociales de toda índole han estado poniendo sobre la mesa la imperiosa necesidad de mitigar los impactos negativos de la humanidad sobre el planeta. Han existido planteamientos de todo tipo: quienes plantean rupturas frontales, quienes plantean transiciones, apelando a lo colectivo, apelando a la responsabilidad individual, por pura rentabilidad monetaria,...de todo. Y si, a día de hoy, 50 años después, no ha habido cambio alguno de fondo; y si, a día de hoy, cuando la caída libre del sector energético es ya un hecho, la idea es seguir la misma senda... El genocidio por hambre y sed que estamos cometiendo va a ser tremendo y ya está en marcha. El destino imparable está golpeando nuestra puerta y nosotros aún estamos en la cama.
Y ¿cómo puede pasar esto? ¿A quién se le puede ocurrir cometer tal genocidio? ¿A Hitler, a Stalin, a Pol Pot, a Leopoldo II de Bélgica, a Franco,...? Pues la respuesta hoy es clara, al capitalismo. Cuando el objetivo único de un sistema socioeconómico es la acumulación de dinero (acumulación de una ficción) y sus fundamentos básicos son acaparar, explotar, esquilmar y abandonar, la vía de ejecución es simple: no importan muertes, destierros, abandonos, violaciones, saqueos,... si el exterminio hace ganar dinero que así sea.
Por esto, le hierve la sangre a uno cuando ve a los cabecillas del sector financiero, a las transnacionales alimentarias, a las productoras armamentísticas, a los medios de comunicación masivos, a las industrias farmacéuticas y a la detestable clase política realizar campañas de "sostenibilidad" basadas en legislaciones que sueltan dineros a cascoporro mientras exterminan selvas, bosques, acuíferos y toda clase de seres vivos, humanos incluidos. Acaparan recursos, los explotan, los esquilman y los abandonan. Acaparan humanos, los explotan, los esquilman y nos abandonan. Y ahora ya no solo nos abandonan, ahora que hay "excedente humano" por sobreexplotación de recursos y acaparamiento de éstos, ahora nos exterminan.
El capitalismo es un proxeneta. Imagínate entonces, tú, hombre, como esclavo sexual de alguien que te acapara, te explota, te esquilma, te abandona y te mata.
Espero que lo aquí escrito dé lugar a poca interpretación.
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| Eshonkulov Makhmudjon - Uzbekistán |